martes, 16 de diciembre de 2014

DIARIO DE UNA ESCALADORA: ESCALAR DE PRIMERO


Hace menos de dos años decía que sería incapaz de ponerme un arnés, que jamás de los jamase iba a colgarme en una pared, que tenía miedo a las alturas... Y bueno… aquí estoy. Con un pequeño curriculum escalador. Dedicamos poco tiempo a escalar, la verdad, sin embargo, tengo vías muy especiales guardadas en la memoria.

Aun recuerdo mi primera vía larga Vía Piloto(6A, 160m) en el Pico de la Miel (La Cabrera), con el gran alpinista y escalador Paco Aguado (SoloClimb), que aunque ya ha perdido la forma física, aún mostraba un don especial para desenvolverse. Mientras yo luchaba contra la roca, que incluso a veces me hacía “pupita”, él era todo soltura. Rubén abriendo la vía, y nosotros dos de segundos. Paco, explicándome como colocarme, haciéndolo todo super fácil. Un grande.



Fisura
Foto de Cumbre con Paco Aguado





La vida a vista de pájaro

Expresiones únicas

En el mes de Diciembre, con un frío que lo gozas y tras una larga caminata por el paraíso de la roca (La Pedriza), llegamos a la Pared de Santillana para escalar la Cara Sur (V+, 120m). Dos cordadas, en la mía, Rubén abriendo la vía, Ana, que acababa de conocer y yo. Ana ya había escalado la vía y fue haciéndome más fácil la ascensión, a partir de ese día, una gran amistad. En esta escalada aprendí que era eso de la “motoreta”, como me temblaban las piernas, jaja!! Tres largos. Aún recuerdo la salida por esa fisura, lo difícil que resultó, pero después… Vaya setas para agarrarse, parecían presas de un roco. Una escalada muy agradecida, que estoy segura que ahora lo disfrutaría un montón que ya tengo más experiencia.
Grandes vistas

Setas

Foto de cumbre


Otra vía, de esas que te marcan, ha sido en los riscos de Villarejo. Rubén y Jose Félix, turnándose los largos de la vía Esteban Altieri (6A, 180m) y yo… subiendo como buenamente podía jeje!! Con mi mal de altura (como digo yo) en un patio bastante imponente. Viendo cabras a tamaño minúsculo. (Leer: diario de una escaladora. Riscos de Villarejo. Un mar de Rocas. Agosto)

Primer largo

Foto de cumbre




Pero hoy quiero hablar de lo que supone ESCALAR DE PRIMERA. Una vez que ya se tiene soltura subiendo de segundo, un paso más es empezar a abrir vías. Siempre he tenido la sensación de cuerda tensa y son otros los que han “arriesgado”. Escalando de primero no disponemos de ninguna cuerda por encima de nosotros que nos permita asegurarnos y que el seguro viene desde abajo. Es la tarea más difícil de la escalada y requiere de unos conocimientos técnicos particulares. Voy aprendiendo esas técnicas: el cosido de cuerda con las cintas exprés, el correcto manejo de cuerda a la hora de subir, el montaje de reuniones, el aseguramiento desde arriba… Ahora la película cambia bastante. Además de los conocimientos técnicos, también hay que mencionar la gestión del miedo, en mi caso… algo complicado, pero que ya voy gestionando muuuuucho mejor.

Evidentemente, yo no hago grado, eso requiere de mucho entreno, de muchas horas de trabajo en rocódromo… Por lo que las vías que yo puedo subir de primera no serán complicadas hablando de grado y exigencia física. Ahora que sale la palabra grado, aprovecho para hacer una valoración personal. Que nadie se lo tome como crítica, es la realidad, o bueno, mi realidad.

Comparo a los escaladores con los corredores de asfalto. Estos últimos se rigen por números, los otros por números y letras. Parece que calificamos de gran corredor al que corre a 3.30 el km, y no valoramos a aquellos que con mucho esfuerzo consiguen correr a 5. En la escalada pasa igual, los buenos escaladores son los que hacen 7b, 7c… Si no, parece que no eres nadie.  La verdad que yo no estoy muy de acuerdo con esto. No me considero ni corredora ni mucho menos escaladora, sin embargo, pienso que no hay que valorar en función de un número. A un corredor de montaña, no le preocupa su ritmo, le preocupa el desnivel, el número de kilómetros… pero no vive preocupado de su reloj, disfruta de la montaña, disfruta de su carrera, gestiona sus ritmos, sufre… Desde mi punto de vista, un gran escalador no es aquel que hace grado, que repite y repite hasta que le sale un paso. Para mí, un gran escalador es aquel que puede pasarse horas en una pared, gestionando perfectamente cuerdas y demás material. Ese que podría salir de cualquier “marrón”. Así que yo… estoy muy tranquila, se que tengo a mi lado al mejor escalador. Con el que podría subir hasta la Luna si hiciera falta ;)


Escapadita a Pirineos con nuestras tablas de travesía, ansiosos por deslizarlas por cualquier sitio… pero nada! Las condiciones aún no son buenas, así que como tenemos otras opciones, decidimos escalar. Día soleado pero de mucho mucho viento. Con temperatura bastante baja.
Vamos a Peña Rueba, en Gállego de Murillo. Una vía sencilla y muy agradecida. Los terceros también existen (V+, 250m). A mí el nombre ya me gustaba, jaja!! Sonaba a facilona. Escalada fácil, con buena roca y bien equipada. Nueve largos y 250m hasta el Mallo la Mora, con un sólo largo V+, siendo el resto de IV+ como máximo. Y con un par de largos facilitos más, se puede llegar a la cima de Peña Rueba. Vía fácil de iniciación a la escalada de múltiples largos al estar equipada casi como una deportiva, donde sólo el tercer largo es de V+ y el resto son terceros o cuartos, o III+ y de ahí su nombre. Hasta el Mallo de la Mora son 9 largos, desde donde puede bajarse destrepando ayudado por unas cadenas y cables a la ferrata Sur, o continuar a la cima de Peña Rueba, con un par de largos más.



Allí estamos los dos, hoy creo que toca funcionar como una cordada de verdad, turnándonos los largos. Para mí los largos fáciles claro. Pero muy emocionada por escalar de primera. 9 largos y unas horitas para disfrutar… o para congelarnos, aun no sé muy bien que nos va a pasar ahí colgados jeje!! La verdad que con la emoción, y la tensión y concentración, no pase mucho frío. Mis manos me respetaron, solo un par de ratitos de tiritera cuando estás asegurando. Lo que más me cuesta de una cordada de dos, son los momentos de espera solitaria. No me gustan, pero nada de nada.
Escalando de primera

Escalando de primera. Casi cumbre!!


Montando reuniones y asegurando


Una experiencia estupenda eso de escalar de primera: chapando, montando reuniones…

Para el retorno estuvimos valorando rapelar, 250m, en los que Rubén lo hubiera gozado, pero la verdad, que me motivaba más la opción de la ferrata. A mitad de camino, tuve que hacer la promesa de que nunca más volveríamos a tomar esa opción y rapelariamos jeje!! Vaya regreso más expuesto. Un resbalón podría ser fatal.

Respecto al paisaje, no tengo palabras. Espectacular ver el atardecer, rodeados por los Mallos de Riglos y Peña Agüero.

La cumbre y sus vistas

Post-análisis de la vía



Atardeceres únicos





Reflexión: La escalada es un deporte de alta concentración. A diferencia de otros deportes, escalando te olvidas absolutamente de todo. Solo estás tú y la roca. Escalando no existe la crisis, ni el estrés, ni mal de amores jaja!! Nada, todo eso desaparece por un momento. Y creo que es una de las sensaciones más maravillosas.

Hasta la próxima,
Ana

lunes, 1 de diciembre de 2014

CRONICA: CARRERAS DE MONTAÑA


Después de la carrera de ayer, hoy toca resaca, a mi me dieron garrafón, jajaja!! Tengo agujetas hasta en las pestañas. Ayer me atreví a correr mi segunda carrera por montaña.
La primera había sido el Trasierra Trail de San Martin de Valdeiglesias en Marzo con 12km y D500+. Carrera de la que tengo un recuerdo muy muy bueno. La disfrutamos mucho.

Pero ayer, en Casas del Monte, me tocaba ir con mi bidón, con mi música, con mi fuerza mental, conmigo misma. Además de con un entreno muy muy pobre. Tan solo cuatro rodajes de 12km en asfalto con algo de subida. Combinar tantos deportes es difícil, asi que si hago un poco de todo… al final es un poco de nada, pero me motiva variar y disfrutar de cada disciplina.

Casi 15 km con unos D400+. Para mí tenía que ser un domingo de montaña más. Pero todos sabemos… que un dorsal nos transforma, y quien diga lo contrario… miente!

Salida fuerte, en la que te dejas llevar… Al poquito tiempo cada uno ya está en su sitio. 7km de subida. Subida en la que yo apenas puedo correr, y la mayoría de los corredores de mi alrededor tampoco. Coges ritmo y caminando lo más rápido posible subes y subes. Escucho algunas respiraciones que me agobian, parece que el corazón de algun@ va a salir disparado, jaja! Yo ahí voy, con una respiración acelerada pero bastante controlada. Intento disfrutar del paisaje, que bonito el otoño: montones de hojas por el suelo, el arroyo cargadito de agua…

Una vez que hemos subido al cerro y acaban esas sensaciones de agonía, toca bajar. Ahora viene lo técnico, lo que necesita un entreno específico. Allá vamos… 7km de bajada. Me lo tomo con paciencia, varios traspiés me encienden el piloto de alerta, mis cuádriceps están sufriendo. Zonas de campo a través, en las que si llevas a alguien delante que te marque, se hace mucho más fácil, pero vamos bastante dispersos. Pensándolo bien, no voy tan sola. Me acompaña mi fuerza, mis ganas de superarme, mi energía positiva. Sin esas… es difícil correr. Cuando esa compañía desaparece… es cuando te encuentras realmente sola y débil. En los dos últimos kms de la carrera me sentí bastante sola. Ni fuerza, ni ganas de superación, ni energía positiva… Que dos kms más largos… Pero intentas visualizar la meta, ya no queda nada, y vuelves a estar acompañada, vuelves a tener fuerza, vuelves a pensar que lo has conseguido, que una vez más te has superado, y todo eso se convierte en positividad. Cruzo meta, cansada, pero muy satisfecha. Delante de mí muchos, detrás quedan otros cuantos. Prueba superada. Todo suma. Todo te hace mejorar.


¡Enhorabuena por la buena organización y perfecto marcaje!


Clasificación carrera: http://tucrono.com/attachments/article/137/Clasificacion_General.pdf









Quiero dedicar esta entrada a Silvia Robles, gran corredora de montaña y mejor persona. Hace dos años disputó su primera carrera de montaña allí, en Casas del monte y hoy, se atreve con todo.
Carreras con unas cifras que incluso en coche me parecen largas, jajaja!!
Me emociona verla en competición, pero más aún me emociona la pasión con la que vive cada carrera incluso cualquiera de sus entrenos diarios. Rie, llora, grita, corre, camina, salta… si se cae se levanta, si se mancha se limpia y sigue, si se despeina, aprieta su coleta y continúa…

A mí me ha sacado unas lagrimillas, viéndola en la cima de Peñalara, con 40kms en sus piernas, una cara de felicidad increíble y con una energía para continuar 20km más y finalizar su segundo trail de Peñalara, rebajando su marca en mas de 1hora.
Acompañando unos kms en el Trail de Peñalara


No tuve la oportunidad de ir a verla al Trail de Gredos, pero recibí su llamada llorando de alegría, habiendo conseguido un segundo puesto. ¡Pero si llevas un mes lesionada!, ¿has corrido? ¿Y has ganado? Esas fueron mis palabras.
Trofeo. 2ºSenior Femenina.


Sigue así de luchadora, que te quedan muchas montañas por las que corretear! Mucho ánimo campeona.




Escalada en Picos de Europa



Entreno en la Sierra de Gredos. Galayos



Buen artículo: Diferencia entre un corredor de asfalto y uno de montaña:
http://carreraspormontana.com/noticias/las-diferencias-entre-corredores-de-montana-y-corredores-de-asfalto


Nos vemos por el monte,

Ana

miércoles, 19 de noviembre de 2014

DIARIO DE UNA ESCALADORA CON PELDAÑOS. VIAS FERRATAS

Una VIA FERRATA es un itinerario tanto vertical como horizontal equipado con distintos materiales: clavos, grapas, presas, pasamanos, cadenas, puentes colgantes y tirolinas...


Ascender por una ferrata es como subir una escalera: brazos y piernas se elevan alternativamente para alcanzar los escalones metálicos y presas. Siempre hay un cable de acero o “línea de vida” al que estaremos unidos.


Debemos valorar nuestro nivel antes de lanzarnos a realizar una via ferrata. Aunque se trata de una actividad  aparentemente "fácil", para progresar con total seguridad por estas vías no solo es imprescindible usar el equipo adecuado si no también conocer las técnicas de progresión.
Al igual que la escalada, las vías ferratas tienen un grado que nos indica su dificultad.

*Escala Hüsler:

  •  A-K1= Fácil
  • B-K2 =Poco difícil
  • C-K3 = Algo difícil
  • D-K4 = Difícil
  • D/E - K5 = Muy difícil
  • E-K6 = Extremadamente difícil


Después de explorar varias ferratas por la zona de Huesca, Soria y Cantabria, veo gran variedad y distintas sensaciones en cada una de ellas. Las describiré brevemente y quizás esta información sirva de orientación para aquellos que buscais este tipo de aventura.

La ferrata con la que quería bautizarme tenía claro que sería la de Sorrosal (K2) En Semana Santa había sido imposible realizarla ya que salió un dia de perros, y soy de la opinión de que cuando alguien hace algo por primera vez debe llevarse un buen sabor de boca, y con la que estaba cayendo… complicado. Volvimos en verano, con una temperatura agradable y un centenar de personas  esperando a ascender… Suerte que madrugamos y pudimos entrar de los primeros, divisando a esa multitud de personas haciendo cola para ascender por las escaleras. Ferrata sencilla y muy turística. Recomiendo realizarla en época en la que esté menos masificada, para que no pierda su atractivo. Las escaleras están un poquito antiguas y se tambalean bastante, pero son un elemente muy característico de esta ferrata. La primera parte está un poco embarrada, debido a la humedad y al agua que salpica de la cascada. El paso por el túnel obliga a llevar frontal. Las vistas son espectaculares. Las cascadas de Sorrosal dejan boquiabierto a cualquier persona que se acerque por allí. Nosotros combinamos la ferrata y el barranco, actividad intensa y super completa. Para los barranquistas sería un delito observar esas cascadas equipadas y no rapelarlas.
Escaleras

Vistas desde el túnel

Pasando el túnel, frontal encendido

Puente tibetano

Tras este primer contacto con el mundo de las ferratas, decidimos realizar Foradada del Toscar (K4). Con un primer tramo bastante vertical que le da un toque de adrenalina y nos permite disfrutar de unas vistas espectaculares. El segundo tramo  desciende hasta llegar al puente tibetano, cuya altura es mínima. El tercer tramo es muy "light" en comparación al resto de la ferrata. Para el retorno hay cuerdas fijas para descender con mayor seguridad ya que hay bastante pendiente con tierra y piedras sueltas. Ferrata muy muy recomendable. Disfrutona y con una equipación perfecta, me atrevería a decir que de las mejores que hemos hecho.
Primer tramo, comienzan las sensaciones aéreas




Canal del Palomo (K4) es una via ferrata considerada de gran dificultad debido  a sus clavijas alejadas y la inexistencia de grapas. Actualmente tiene todos los tramos equipados y se mantienen las clavijas antiguas pero ya si cuenta con cable de vida, antiguamente se subía "a pelo". Es una ferrata preciosa, discurre por una canal, que si lleva agua podría ser muy resbaladiza, si no… sólo nos encontraremos pequeños charcos de agua que no debemos tocar para no molestar a esas criaturillas protegidas,:los tritones. Algún que otro paso atlético que se supera sin dificultad. Una vez que salimos de la canal llegamos al maravilloso circo de Ligüerri, sentarse a disfrutar de las vistas es imprescindible. La ferrata continua, aunque ya en sentido horizontal.
Pozas: atención no pisar el agua, cuidado con los tritones.

Clavijas antiguas
Circo de Ligüerri


Cubilillo os Fils (K2): Ferrata muy sencillita. La ferrata ya está equipada con cable de vida en su aproximación puesto que es un poquito expuesta. Hay una escalera antigua para realizar un destrepe. A nivel deportivo no tiene gran interés, sin embargo, estar rodeado por los Mallos de Riglos la hace muy especial.
Disfrutando de los Mallos

Lizara (K2): Ferrata con acceso inmediato y recorrido de 15min. No merece la pena desplazarse pero si estás por allí y tienes 30minutejos, es una buena opción. Sencillita y un pelín aérea. Una vez que llegamos arriba vemos hitos a la derecha y a la izquierda, se desciende por la izquierda.
Tan rápida, que no hubo tiempo ni para sacar fotos. Esta ferrata fue el punto y final a una semana de trekking por Pirineos realizando la Senda Camile.


Pasarela de Espeja (K4): Bastante física. No hay sensación de verticalidad, puesto que transcurre por un barranco. Recuerda un poco a la de Canal del Palomo. Tiene pasos atléticos que hacen imprescindible tirar de brazos. El famoso paso de Alberto, que no admite fallo. En caso de caida, las clavijas pueden ser muy peligrosas. Al ser una via con poca altura, las disipadoras no cumplirían su función ya que golpearíamos antes con el suelo que disipar. Una horita de tensión y concentración, en la que hay pasos... de esos que te hacen sudar un poco. Respecto a la equipación, hay cosas que mejorar: en su mayoría esta equipado con material no especifico para ferratas, es decir, de ferretería o construcción. Equipar una via ferrata es una tarea de gran responsabilidad que exige utilizar material homologado. Hace unos meses que han inaugurado un tramo más. A pesar de estas apreciaciones personales, la disfrutamos mucho y será una de esas que repetiremos.
Paso de Alberto

Variante difícil
Pasos finales






Camino del infierno (K3): Aproximación de 45minutos, zigzagueando en ascenso. Cuidado si se hace en verano, hace un calor impresionante., ya nos avisaron los lugareños. Ferrata con una equipación que debería analizarse. El cable de vida tiene función de seguridad y de sujeción, no hay cadenas ni clavijas para sujetarse, asi que agarrate donde puedas… Linea de vida anclada a un solo punto… Bueno… mejor no pensarlo y avanzar. Es bastante aérea y en su mayoría se desarrolla horizontalmente. Hay una tirolina opcional y un rápel obligado para continuar el trayecto equipado. Personalmente, no me gustó mucho, creo que no sería una ferrata que repitiera, aún asi, animo a conocerla y opinar.
Travesía en horizontal


Rápel. Cuerda 30m

El cáliz (K3): Una de las ferratas más famosas de Cantabria. Sencilla y con buenas vistas. Si optamos por la variante difícil hay que tener cuidado porque actualmente hay un anclaje en mal estado, si lo pasamos con precaución no tiene gran peligro, pero es muy importante tenerlo en cuenta. Esta variante es un poco más aérea y con un paso desplomado. Si optamos por esto, evitamos el puente tibetano, a no ser que lo destrepemos, que es una buena opción para hacer toda la ferrata al completo. El retorno se hace siguiendo el PR dirección Covalanas. Ferrata con mucho nombre, esperábamos algo más, aún así, es una obligada.
Paso desplomado aéreo. Increíbles vistas

Puente tibetano, después de realizar la variante difícil.

Cartel informativo: anclaje en mal estado


Socueva (K5): Ferrata exigente con un acceso inmediato. Desde abajo ya puedes hacerte una idea de lo que te vas a encontrar. Yo la dividiría en tres tramos verticales. El primero de ellos relativamente fácil en el que vas ganando verticalidad y empiezan las sensaciones aéreas. En el segundo tramo podemos optar por continuar a la izquierda con un itinerario horizontal, o continuar para arriba donde se encuentra la mayor dificultad de la ferrata. En este segundo tramo es necesario buscar buenos apoyos en la roca, hacer algún lance que otro,  hay bastantes alejes. Colocar bien el cuerpo y tener buena técnica para no “petar” de brazos, es fundamental. Desplomes exigentes. Una vez superado este segundo tramo vertical ya lo tienes hecho. Un paseo con cable de vida por una zona de hierbas y arenas nos lleva al último tramo aéreo. Este si que es disfrutón, colocándote bien no tiene ninguna dificultad. Después de superar el tramo anterior este  ya está chupado. El retorno son aproximadamente 30 minutos por un sendero que te hace dar mas de un traspiés y depende de la época en la que vayas podrás amenizarlo con unos higos deliciosos. Ferrata muy muy disfrutona para los escaladores, ya que en muchas ocasiones, las sensaciones son similares a la escalada. Según paisanos del pueblo, no es una ferrata apta para mujeres, anda yaaaa!!  Que satisfecha me voy. Sobre todo cuando vemos una pareja y la chica ha optado por no hacer el tramo comprometido y coger la variante más fácil.
En un pasito chulo del primer tramo

Paso de apretar un poquito
El Risco (K3): Esta ferrata cruza una cascada. Hay que tener cuidado con el barro para nos resbalar. Nos dirigirnos a la derecha donde nos encontramos con la pared principal. Tramo inicial algo desplomado con clavijas circulares. Lo curioso de esta ferrata es la variante difícil con una escala fabricada con cable. Es un paso complicado, que requiere de bastante fuerza. La ferrata termina con un puente nepalí que te obliga a cambiar el cuerpo de posición. Debería revisarse y valorar la posibilidad de cambiar los anclajes para evitar tener que realizar este giro que desequilibra bastante.
Escala de cable


Puente nepalí






Para diciembre tenemos programadas dos ferratas por la zona de Murcia: Cara Norte Sierra de Lúgar(K3) y Cabezo Miñaque(K2) aprovechando el viaje que haremos para participar en un raid de Aventura Tierradentro 3.0

En mente:
- La Hermida(K3), una obligada que no puede faltar en el curriculum de un "ferratero". 
- La ferrata de Regina (K4), una de las más largas, casi 4horas de desarrollo y otro ratito largo (1h) de retorno. Una actividad completita, de las que nos gustan, de esas de echar el día.
- La Cágate Lorito (K6), ferrata de alta dificultad, para la que hay que preparar cuerpo y mente.






Página web para buscar información detallada, actualizada y bastante fiable sobre ferratas: http://deandar.com/ferratas/tipo/vf  Conviene contrastar información.



Hasta la próxima,
Ana 

domingo, 9 de noviembre de 2014

CRÓNICA. ESPELEOLOGÍA EN CANTABRIA.


La zona centro no cuenta con grandes cuevas. Pero "Cantabria... Cantabria es como un queso gruyere, está hueca". Cuevear no es tan accesible para nosotros como pueden ser los barrancos.
Ahora toca adaptar las técnicas de otras disciplinas como barrancos o escalada al mundo subterráneo, donde se utilizan otros aparatos. Muchas prácticas en el roco, con circuitos para practicar distintas maniobras.







Íbamos con Diego, un gran amigo de Rubén. Él ya tenía explorada la entrada por Coterón y la salida por Reñada. Sólo le quedaba conectarlas. La duración estimada de la travesía eran 9 horas. Confianza plena en él…. Ahora estaba mi duda. ¿Será una actividad para mí? Rubén siempre dice: “Si yo puedo, tu puedes” así que no hay duda. A por ello!!

Tenía que saber donde me metía, así que varias semanas de bicheo para conocer un poquito como iba a ser la actividad. La entrada por Coterón es un P52, después ya no había grandes dificultades a nivel de cuerda. La dificultad de esta travesía está en la orientación y en sus pasos comprometidos. Busqué y ordené información, anoté nombres de las salas que íbamos a visitar...  Alguna noche que otra soñando con cuevas, estaba deseosa!!

Y por fin llego el día de la verdad.

Boca Coterón

Aproximación de unos 40minutos. Qué difícil es encontrar un agujero en medio de una ladera tan enorme, gracias a los GPS, si funcionaran dentro de la cueva… jajaja!! Allí estamos, el equipo al completo: Diego, Edu, Alberto, Rubén y yo, única fémina allí presente jejeje!! Tenía que echarle valor.


Para acceder al P52, un pasamanos y después un desviador. Estos espeleólogos son muy “tikis” y no les gustan los roces. Un poco de aturullamiento que saca de quicio a Rubén, hemos practicado mucho y sé lo que hay que hacer, así que tranquilidad y paciencia. Estoy bajando por ese agujero, la luz va desapareciendo y es cuando me doy cuenta que ni he encendido el frontal, jajaja. Última parte volada. Como cuesta apretar el stop. Pongo pies en el suelo, ya estoy en la cueva. Abajo me espera Alberto. En una sala enorme. Aun faltan tres por bajar, tengo tiempo para bichear.  Que pasada!!
 

Desviador P52





Parte volada P52

La primera sala con la que nos topamos es la Sala del Borde del Mundo. Me asomo un poquito pero… vaya terraza. Voy con los ojos como platos observando todo lo que hay a mí alrededor. Murciélagos dormidos. Sé que hay personas que los ven como bichos horribles y repugnantes. A mí, me parece muy divertido verlos colgando, nunca los había visto tan de cerca, y supongo que si tú no los molestas, ellos no te harán nada: ni pegarte la rabia, ni enredarse en tu pelo.



El ramal Codisera es menos transitado. Es una travesía algo comprometida. Trepadas entre bloques, destrepes con ayuda, pasos muy expuestos… Pero el quid de la cuestión eran los meandros. Fueron explicándome un poco que era eso de los meandros, que yo ya había anotado en mis “apuntes”, pero no había dado la mayor importancia. Estos eran unos meandros especiales. Tenían de apellido desfondados. Bastante temidos por los espeleólogos. Es en ese momento es cuando Diego me explica que el presidente de su club dice que "la espeleología es un 80% fe": fe de que la piedra no se va a mover, fe de que los anclajes están bien puestos, fe de que no te vas a resbalar… etc etc. Empiezo a acojonarme un poco y no veo la hora de llegar a esos temidos meandros desfondados, pero ahí están. No rechisto ni una vez, allí todos tenemos el mismo miedito. Con precaución vamos pasando esos meandros, alguno de ellos con una caída bastante importante. Cada uno va avanzando como puede, buscando su estrategia y ayudándonos en todo momento. El trabajo en equipo es muy importante. Vaya rato de tensión y concentración.
Sobreviviendo a los meandros
Superando meandros por abajo
Apáñatelas como puedas para pasar los desfondes




El Lago de los Fantasmas me pareció impresionante con su agua cristalina. Que guay el reflejo del techo en las aguas. No me quiero ni imaginar antiguamente que no existía el pasamanos… "Los grandes espeleólogos se mojan", apunta Diego, pero doy gracias que no nos toque hacerlo, jeje!!



Pasamanos. Lago de los fantasmas

Lago de los Fantasmas


Ya van adelantándome que a partir de aquí comienza el barro y los arrastraderos. De momento habíamos pasado por un par de sitios en los que te quedas algo “atorao”.  Habíamos explorado salas grandes:  sala de los dos sifones, sala del Cordón de Bota, Sala del Borde del Universo, Castle Hall… un montón de nombres en mi cabeza, ya no sé ni en qué orden las fuimos viendo. También habíamos pasado por zonas que parecían minas de carbón, en  las que el agua había pulido totalmente las paredes como consecuencia de las burbujas de presión. El Callejón de la Sangre no deja a nadie indiferente. Multitud de formaciones rojizas y el famoso monje rojo. Que maravillas esconde la naturaleza!!
El monje rojo

Curiosas formaciones rojizas




Ahora tocaba arrastrarnos y mancharnos. El famoso paso de Duck, que en época de crecidas, puede sifonarse. Ahora simplemente estaba embarrado. Un punto a mi favor es no tener que arrastrar mochila, en esta travesía me he librado (Gracias cariño, eres el mejor, jeje!!). Tras este paso, entramos en la zona de barro de verdad. Me entra la risa cuando veo como se hunde mi bota y soy incapaz de sacarla, saco el pie y la bota se queda dentro… me parto. Caminar por ese barro, que parece arenas movedizas que te atrapan, debe tener su técnica, porque ellos no se hunden tanto como yo, jejeje.  Ya sólo nos queda el agujero soplador. Aquí ya sí que nos manchamos y mojamos bastante más. Según “mis estudios” ya debe quedar poco, pero se me ha hecho tan corto que no me creo que eso que se ve al final sea luz. Tenía el chip de 9horas y lo habíamos logrado en poco más de 6horas. Había salido todo rodado, sin pérdidas. Un diez a estos chicos que han sabido interpretar esos mapas donde yo solo veo líneas y dibujitos. 


Hemos llegado a Reñada. ¡¡Embarrados y felices!!  




Boca Reñada.


Para Rubén y para mí, la aventura aún no había terminado. Hay que volver a la boca de Coterón a quitar la cuerda. No queríamos cargar con ella durante toda la travesía, y dejarla puesta también daba un poquito de seguridad. Empieza a chispear y se hace de noche. Nos llevamos el GPS pero aún así…que largo se hace encontrar la boca ahora que no hay luz. Una horita laaaarga más de actividad. Ahora ya sí que noto el cansancio, pero me siento tan orgullosa, que este paseo sirve para repasar y comentar como ha ido la experiencia.





Para el día siguiente el plan era la TRAVESÍA TONIO-CAÑUELA. Nos quedábamos Diego, Rubén y yo.  Edu y Alberto se caían del plan. Valorando la situación y teniendo en cuenta el cansancio, decidimos algo menos movidito para el domingo, que es el día de retorno y nosotros tenemos 4horitas de vuelta a casa. La sima de Tonio es bastante técnica, puesto que se bajan unos 250m hasta llegar a la Sala Olivier Guillaume, por lo que decidimos hacer lo que ellos consideran una espeleopaseo tranquilo (no para mí, claro) y entramos por Cañuela hasta esa sala para ver el agujerito por el que bajaríamos de Tonio. El primer obstáculo con el que nos encontramos es un pasamanos que a mí ya me impone. Un par de pasos un poquito expuestos. Llevamos cuerda para asegurar algunos destrepes. Como dice Diego: "a hacer espeleo se aprende haciendo cuevas". Así que allí estoy, practicando. Puño, pedala, crol, stop, llave de bloqueo… conceptos que van ordenándose en mi cabeza. Bonito espeleopaseo, pero yo estoy fundida. Tres ferratas el viernes, travesía el sábado, "espeleopaseo" el domingo.... Vuelta a casa muertecita!!
Pasamanos Cañuela


Remontando cuerda.


Caos de bloques

Curiosas formaciones

Formaciones preciosas

Descendiendo lo subido




































No puedo terminar esta entrada del blog sin agradecer a todos, pero en especial a Diego, el haber hecho posible esta aventurilla. Hacer una travesía no es un aquí te pillo aquí te mato. Lleva su tiempo de exploración. Y Diego ha sido un excelente explorador y guía. Por supuesto, todos han aportado su granito de arena y su experiencia. No voy a dejar sin mencionar a Rubén, que hace posible que acceda a estos rincones que siempre había pensado que serian inaccesibles para mi, me enseña, me soporta y me cuida como el que más.





Hasta la próxima,
Ana