Pero este año por fin, gracias a esa personita paciente (que haría yo sin ti, jajaja!!), descubro que puedo disfrutar esquiando. Nunca seré una gran esquiadora, hay hábitos y malas costumbres difíciles de cambiar. Sin embargo, ahí tengo a mi profesor particular para darme caña y trabajar técnica, y para utilizar la psicología y bajar aquellas pistas negras que se me atragantan.
Es un año en el que comienzo a practicar nuevas modalidades de esquí y lleno la casa con tablas de todo tipo y botas específicas.
El esquí de fondo, que muchos califican como aburrido, a mi me parece un deporte muy entretenido. ¿Quién dijo que si sabes patinar en línea y esquiar en pista, sabe hacer esquí nórdico? ¡¡Nada de eso!! En estilo clásico me defiendo, pero el patinador…. Difícil no, dificilísimo. Mi gran sueño, desde que empecé a practicar triatlón hace un par de años, era participar en un triatlón de invierno, y ya no había excusa. Ganas me sobraban y ya tenía mis esquís. Ahora solo quedaba entrenarlo con el único fin de participar y acabar ese Triatlón de Invierno en Béjar. Entrenos solitarios y duros… frio, nieve, lluvia… Pero la sonrisa nunca me faltaba. No sólo crucé meta, sino que además allí estaba él, metido en mi mundo de triatlón, ese al que pensé que nunca entraría. Rodeado de profesionales, sobrevivimos a esa nueva aventura. Habíamos logrado nuestro objetivo.
A partir de ese momento, empezamos a ver la necesidad del estilo patinador, así que a por ello. Aunque ya era tarde, y la nieve estaba desapareciendo, aún podíamos recibir unas nociones básicas para motivarnos y empezar la próxima temporada con muchas ganas. Mientras tanto, unos rollerskis serán muy útiles para ir cogiendo soltura.
Agradecer al centro nórdico de Navafría su atención y ayuda siempre que la hemos necesitado y felicitarles por su magnífica estación. Espero que para el invierno que viene organicen otra marcha popular de esquí de fondo, una jornada divertida en un ambiente agradable.
Otro gran descubrimiento para mí ha sido la nieve virgen. Desde el telesilla siempre he calificado como “chalaos” a esos que teniendo una pista pisadita, van a meterse a nieve sin tratar. Bueno… pues ese esquí de supervivencia, como yo lo llamo, tiene su punto. Difícil, peligrosillo… pero divertido. Esos otros “piraos” que teniendo telesilla, cogen sus tablas y sudan la gota gorda para subir hasta arriba… me empezaban a molar jaja!!. Que satisfacción, ese esfuerzo para tener la recompensa de una gran bajada…. Necesitaba unos esquís y unas pieles de foca para probar esas sensaciones. Y dicho y hecho… Mi participación en una Prueba de esquí de montaña organizada por la Federación Madrileña en Valdesquí, fue mi primer contacto con este deporte. Con buen sabor de boca, me subo al pódium y recojo una bolsita de regalos que el club Enphorma otorga a los ganadores de esta prueba en la que también se acuerdan de estos deportistas populares que nos estamos iniciando.
Después de un invierno intenso que me ha permitido descubrir un mundo blanco desconocido, me quedo con muchísimas ganas de seguir aprendiendo. Ahora, después de unos días de Semana Santa en Formigal, es momento de colgar las tablas y dar paso a nuevos deportes y nuevos objetivos.
Sacamos casco, arnés y neopreno y a darle a los barrancos y la escalada. Sin olvidar, que también hay alguna prueba de triatlón en mente para la que hay que entrenar muy duro.
Hasta la próxima.
Ana
