Pero Rubén, ¿¿con la cantidad de barrancos
que hay topografiados en Cuenca y tenemos que meternos en éste?? Él lo tenía toooodo estudiado. Después del trabajo de
investigación venía el de exploración jejeje!! Después de todo, no podía negarme. No sabíamos muy bien
con que nos encontraríamos, por más que preguntábamos nadie nos daba información. Alguna empresa lo anuncia como barranco de grandes
verticales… veremos a ver cómo de grandes son. En un blog habíamos leído acerca de dos rápeles, pero sin grandes detalles.
Como era tarde y se nos iba a hacer de noche,
decidimos dejar el coche en el inicio y ya haríamos el retorno caminando con
frontales por la pista. Es un barranco con combinación de vehículos, y nosotros
no disponíamos de ello. Aún así, esto no va a ser un problema. Que pereza
ponerse el neopreno mojado, por la mañana habíamos estado en Poyatos.
Salimos de la pradera a las 16.30h, donde hacia unos minutos habían volado cientos de buitres, un espectáculo, eso si, desde el coche porque asustaba un poquito. Teníamos más de 3horas de luz por
delante. Allá vamos!!
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Rápel de 60m desde abajo |
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Rápel de 60m visto desde arriba |
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Tobogán al final del rápel |
Descender un barranco nada o muy poco conocido le da un
toque de emoción a la actividad. A pesar de que hasta el momento no habíamos encontrado
nada especial y habíamos zarceado de más, íbamos super felices disfrutando de
las vistas que el atardecer nos regalaba.
Además del rapel de 60m, según habíamos leído
en el blog, también había uno de 40m. Parecía que se nos acababa el barranco y
no aparecía. Pero ahí estaba. Rubén accede al él antes que yo. En los anteriores,
cuando le preguntaba ¿qué tal, como lo ves? su respuesta era bueno…. Pero
ahora, su respuesta había sido, bien bien!! Intuía que habíamos llegado a él. Rápel vertical de unos 30metros. Súper disfrutón. ¡Que buen final, ha merecido la pena!
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Último rápel. Accediendo a la vertical |
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Último rápel. Vertical hacia la repisa |
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Último rápel. Hasta el agua.
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Rápel final. Conseguido |
El barranco tiene aproximadamente 1,5km de
desarrollo. En menos de 3horitas lo hemos descendido. Todo rodado. Sólo
con ver la cara de felicidad de Rubén es suficiente para no rechistar por lo
que aún nos quedaba. Nos quitamos el neopreno y comemos algo que aún hay 6km de subida intensa hasta el coche. Algo más
de una hora caminando, acompañados por el reflejo de la luna y el revoloteo de murciélagos... rodeados
de soledad, felicidad y satisfacción. Momentos únicos, momentos nuestros…
Hasta pronto,
Ana