lunes, 3 de agosto de 2015

COMPETICIONES DE DESCENSO DE CAÑONES


Hoy, mi entrada de blog es para hablar sobre las competiciones de barranquismo, poco conocidas y a mi parecer, poco aceptadas.

Después de participar en tres campeonatos de descenso de cañones, me atrevo a dar mi opinión acerca de este tipo de pruebas.

Mi primera competición fue en Julio de 2014 en el barranco de Frades organizada por ECDC Portugal. Nos pilló un poco por sorpresa, no pensábamos participar, tan solo formábamos parte de los asistentes a la concentración en la Sierra de Freita. Según el reglamento los equipos solo pueden ser masculinos o femeninos, por lo que Rubén y yo no podíamos “legalmente” participar, sin embargo, descendimos el barranco en modo competitivo sin entrar en clasificaciones oficiales. Aunque yo no realizaba las maniobras, porque por aquel entonces me faltaban tablas para hacerlo, tuve que rapelar y correr lo más rápido posible. Me pareció muy divertido y nos empezó a picar el gusanillo de la competición.


Hace unos meses, decidimos crear un EQUIPO DE COMPETICIÓN DE LA FEDERACIÓN MADRILEÑA DE ESPELEOLOGÍA para participar en el campeonato de España celebrado en el barranco de Poyatos. Necesitábamos encontrar una pareja para cada uno, ya que los equipos mixtos no están permitidos. Pensamos en Dani y Jessi, que aunque apenas conocíamos, era una buena oportunidad para hacerlo y formar un gran equipo. Efectivamente así ha sido. Hoy ya no sólo somos un equipo, somos amigos que comparten inquietudes y aficiones.

Nuestro debut en Cuenca supuso la medalla de oro para el equipo femenino y la medalla de bronce para el masculino. Esto nos dió un punto extra de motivación para todos.




El siguiente campeonato fue en Portugal, en la Sierra de Gerés, descendiendo el barranco del río Arado. El trato por parte de ECDC Portugal siempre es inmejorable. Esta vez sólo el equipo femenino consiguió subirse al pódium con un segundo puesto. El equipo masculino tuvo que conformarse con una sexta posición, muy luchada, de entre los 17 equipos. Teniendo en cuenta que habíamos descendido el barranco del rio Arado tan sólo una vez y en modo disfrute el día de antes, no podíamos pedir mejores resultados. Como cualquier deporte, necesita su entreno y por motivos laborales y personales nos es muy difícil coincidir. Nos tenemos que limitar a los descensos que hacemos por separado y sobre todo a continuar con la ilusión y las ganas que le ponemos a cada prueba.





Tras participar en estas competiciones, muchas han sido las opiniones a nuestro alrededor. Opiniones siempre respetables por supuesto, pero hoy me toca a mí dar la mía, la cual espero que también sea respetada.

El barranquismo no es un deporte competitivo, mucha gente opina. Y yo pienso…  ¿y por qué no? Carreras de montaña cada fin de semana, raids de aventura (con pruebas que incluyen cuerda), competiciones de escalada… En los últimos años, la montaña se ha empapado de un espíritu competitivo, lo cual, no significa que se pierdan sus valores.

El realizar las maniobras de descenso con rapidez no supone perder la seguridad. Siempre va a haber jueces que te van a indicar si estás realizando una maniobra peligrosa y serás penalizado. Pero todos aquellos que participamos en estas pruebas tenemos los conocimientos suficientes para realizar este deporte de manera segura. Además, siempre se montan pasamanos para los rápeles con cabeceras algo más expuestas, dando mayor seguridad al participante. Por lo que la seguridad se cuida al máximo en este tipo de pruebas y los participantes están protegidos. Si miramos las estadísticas de accidentes en barrancos, estos suelen tener cifras más elevadas en los saltos y en las competiciones suele estar prohibido saltar. Los accidentes ocurren, dentro y fuera de competiciones.

El desplazamiento corriendo por el cauce del río puede verse como un peligro, sin embargo, este riesgo también existe en carreras de montaña, donde los esguinces están a la orden del día, y no le damos tanta importancia. Las personas que decidimos participar en estas pruebas somos conscientes de ello y ninguno estamos exentos de una torcedura, ya sea dentro o fuera de una competición. Para ello llevamos calzado adecuado y entrenamos los tobillos.

Los barrancos no se ensucian. Los barranquistas amamos la naturaleza y los ríos. Las competiciones reúnen a personas preocupadas por el medio y es en las competiciones donde se demuestra el compromiso por el respeto en el medio ambiente. Un buen ejemplo de ello es que si cualquier deportista abandona voluntaria o involuntariamente cualquier objeto, queda descalificado. Es cierto que un gran número de personas pasando por un mismo lugar (sendero, cauce o márgenes del río) supone un impacto para el medio ambiente, pero esto ocurre en competición y fuera de ella. Las competiciones de barrancos tienen un número reducido de participantes, sin embargo, los barrancos de empresa tienen mayor afluencia y suelen estar frecuentados por un tipo de usuario que no está familiarizado con ese medio. Pero esto, no interesa criticarlo, en fin…

Los barranquistas no construimos presas para recoger el agua y bañarnos en una pocita un domingo. Los barranquistas no nos pegamos una merendona dejando basura en los alrededores. Los barranquistas no jugamos con la fauna y evitamos pisar en ciertos puntos para no molestar a los animalitos: peces, ranas… Los barranquistas no arrancamos la flora para regalar un ramito de flores a alguien especial…

Pero eso sí, a los barranquistas se nos exige pedir permisos para descender muchos barrancos. Permisos en su mayoría gestionados por personas que no saben ni lo que es este deporte. Se nos exigen coordenadas, día y horario de entrada y salida. Mire usted, si supiera lo que es el barranquismo, comprendería que no podemos preparar nuestros descensos 15días antes como nos exige que gestionemos la documentación. La previsión meteorológica no puede conocerse a ciencia cierta y esto influye en la planificación de nuestros descensos. Es vergonzoso tener que cancelar un viaje porque a la Junta de Galicia no le “da tiempo” a gestionar el permiso para descender el Xallas (permiso solicitado con 10 días de antelación) Eso sí, bañistas y pescadores con libertad para hacer lo que quieran, que ya vamos los barranquistas a recoger su mierda en los ríos. Que nosotros también tenemos una licencia anual, que nosotros también pagamos un seguro… ¿Que más quieren?

Un aspecto que también podría destacar acerca de estas competiciones es que se premia al barranquista más rápido. Para funcionar con rapidez se utilizan técnicas que desde mi punto de vista no serían las más adecuadas si estuviéramos descendiendo un barranco con un grupo de amigos. No se valoran los conocimientos técnicos, ya que no te piden hacer maniobras complejas, por lo que quizás añadiría a la competición maniobras en las que se tuviera que demostrar ciertos conocimientos.

La participación femenina es muy escasa, pero confío en que cada vez seamos más las chicas barranquistas que nos atrevamos a participar en ellas. Es otra forma de barranquear, de gestionar las maniobras con tu pareja, de lucharlo juntas…


Con este blog, sólo pretendo que se nos respete, a nivel deportivo y competitivo. Los barranquistas hacemos agujeros en la roca para poner anclajes, aunque a veces, ni si quiera lo necesitamos, pero ese es el único “mal” que hacemos. Si somos los que más cuidamos los ríos, ¿por qué nos ponen tantos impedimentos y otros tienen libertad absoluta?


Saludos y buenos descensos,

Ana

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